38:1
Sad. Juro por el Corán que nos recuerda
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que los que niegan la verdad están hundidos en la soberbia y la oposición [ciega].
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¡Cuántas generaciones destruí antes que ellos! Solo imploraron cuando ya era demasiado tarde para salvarse [del castigo].
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Se asombran de que les llegue un amonestador, y dicen los que se niegan a creer: "Es un hechicero mentiroso.
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¿Acaso pretende que en lugar de muchos ídolos adoremos a una sola divinidad? Eso es algo insólito".
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Los nobles y poderosos de entre ellos se marcharon diciendo: "Déjenlo, y sigan [adorando] a sus ídolos, pues él solo pretende obtener poder sobre nosotros.
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No hemos oído que el último pueblo que recibió una revelación [los cristianos] creyera en esto. Lo que dices es una gran mentira.
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¿Por qué tendría que haber sido él el elegido entre nosotros para transmitir el Mensaje?" Pero ellos dudan de Mi revelación porque no han sufrido aún ningún castigo.
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¿Acaso ellos poseen las llaves de la misericordia de tu Señor, el Poderoso, el Dadivoso?
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¿O les pertenece el reino de los cielos, la Tierra y todo cuanto existe entre ambos? Si es así, que asciendan [al cielo y decidan los asuntos de la creación].
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[No te entristezcas, ¡oh, Mujámmad!, por su enemistad.] Ellos son un ejército de aliados [para combatir la Verdad], pero pronto serán derrotados.
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Ya antes que ellos los pueblos de Noé, de ‘Ad y del Faraón, poseedor de un ejército poderoso, desmintieron [a los Profetas que les envié].
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También lo hicieron los pueblos de Zamud, Lot y los habitantes del bosque. Todos estos eran pueblos poderosos.
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Todos ellos desmintieron a los Mensajeros, y merecieron Mi castigo.
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Solo les queda [a los idólatras] esperar el toque de la trompeta [el Día de la Resurrección], y entonces no habrá posibilidad de volver [a este mundo].
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Pero aun así dicen [burlándose desafiantes]: "¡Señor nuestro! Muéstranos el registro de nuestras obras y adelántanos una parte del castigo antes del Día del Juicio".
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Sé paciente [¡oh, Mujámmad!] ante lo que dicen, y recuerda a Mi siervo [el Profeta] David, quien fue dotado con una gran fuerza. Él siempre volvía a Dios en todos sus asuntos y se arrepentía con sinceridad.
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Le sometí las montañas, para que junto con él glorificaran las alabanzas al anochecer y al amanecer,
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también le sometí a las aves que se congregaban en torno a él. Todos [las montañas y las aves] le obedecían.
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Afiancé su reino, lo agracié con la sabiduría [la profecía] y un juicio certero.
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Te relataré [¡oh, Mujámmad!] la historia de los dos demandantes, cuando treparon [la pared] del templo.
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Cuando se presentaron ante David, este se atemorizó de ellos. Le dijeron: "No temas, solo somos dos demandantes, uno ha sido injusto con el otro; juzga entre nosotros con equidad, sé imparcial y guíanos hacia el camino correcto.
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Este es mi hermano, posee noventa y nueve ovejas, y yo tengo una sola; y me dijo: ‘Deja que yo me haga cargo de ella’, y ahora me supera con sus argumentos [para quedarse con ella]".
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Dijo David [sin escuchar al otro demandante]: "Él ha sido injusto contigo al pedirte que dejes que tu oveja se sume a las de él; muchos socios se perjudican unos a otros, excepto los que creen y obran rectamente; pero, ¡qué pocos son!" David comprendió que quise ponerlo a prueba [mediante este juicio], y pidió perdón a su Señor, se prosternó y se arrepintió.
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Lo perdoné, pues es de los más allegados a Mí, y tendrá [en la otra vida] una bella morada [en el Paraíso].
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¡Oh, David! Te he designado gobernante en la Tierra, juzga con equidad entre la gente y no sigas las pasiones, pues ellas desvían del sendero de Dios; y quienes se desvíen del sendero de Dios sepan que recibirán un castigo severo por haberse olvidado del Día del Juicio.
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No he creado el cielo, la Tierra y todo cuanto hay entre ambos en vano. Eso es lo que creen los que rechazan la verdad, pero, ¡ay de los incrédulos! ¡Qué [castigo les aguarda en] el Infierno!
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¿Acaso sería propio de Mí considerar a los creyentes que obran rectamente igual que a los que siembran la corrupción en la Tierra, o considerar a los que tienen temor de Dios igual que a los inmorales?
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Este Libro que te revelo [¡oh, Mujámmad!] encierra grandes bendiciones, para que mediten sobre sus signos y reflexionen los dotados de intelecto.
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Agracié a David con [su hijo] Salomón, quien fue un siervo excelente, pues volvía a Mí en todos sus asuntos y se arrepentía con sinceridad.
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Una tarde fueron expuestos delante de él unos hermosos caballos,
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[luego de permanecer toda la tarde jugando con ellos descuidó la oración, y entonces Salomón] dijo: "Cómo he podido preferir éstos caballos al recuerdo de Dios hasta que el Sol se ocultó".
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[Dijo Salomón:] "Traédmelos". Y acarició sus cuellos y sus patas.
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Puse a prueba a Salomón [despojándolo de su reino] cuando puse en su trono un demonio con figura humana [que disponía de su reino como quería]. Entonces, [Salomón] se dirigió a su Señor
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y exclamó: "¡Oh, Señor mío! Perdóname y concédeme un reino tan poderoso, que nadie pueda igualarlo después de mí; Tú eres el Dadivoso".
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Entonces puse a su servicio el viento, que corría según su orden adonde él quisiera,
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y a los yinnes, algunos [creyentes] para la construcción, otros como buzos [que extraían perlas],
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y otros [demonios rebeldes] encadenados unos con otros.
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[Le dije:] "Éste es el reino con el que te he agraciado; haz uso de él como quieras, pues no deberás rendir cuenta de ello".
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Salomón es de Mis allegados, y por eso [en la otra vida] tendrá una bella morada [en el Paraíso].
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Recuerda a Mi siervo [el Profeta] Job, cuando invocó a su Señor: "El demonio se aprovecha de mi enfermedad y sufrimiento [para tentarme a ser desagradecido contigo]".
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[Le dije:] "Golpea con tu pie [en la tierra], y haré surgir agua fresca para que te laves con ella y también bebas".
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Lo agracié con hijos [como los que tenía] y tantos más, como una misericordia mía, para que sea un recuerdo y motivo de reflexión para los dotados de intelecto.
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[Le ordené:] "Toma en tu mano un manojo de hierbas y golpea [simbólicamente] con él a tu esposa, para que no perjures". Job fue paciente [ante todas las adversidades]. ¡Qué excelente siervo; volvía a Dios en todos sus asuntos y se arrepentía con sinceridad!
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Recuerda a Mis siervos Abraham, Isaac y Jacob, todos ellos dotados de firmeza y visión.
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Los distinguí encomendándoles [transmitir el Mensaje y] recordar a la gente la morada de la otra vida.
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Ellos se cuentan entre los virtuosos que he elegido [para transmitir el Mensaje].
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Y recuerda a Ismael, Eliseo y Dhul Kifl; todos ellos también se contaron entre los virtuosos [que elegí para trasmitir el Mensaje].
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Este es un Mensaje [para toda la humanidad]. Los piadosos tendrán una bella morada
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en los Jardines del Edén. Todas sus puertas estarán abiertas para ellos.
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Estarán recostados [sobre sofás], y pedirán frutas abundantes y [exquisitas] bebidas,
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acompañados de doncellas [huríes] de mirar recatado, que tendrán siempre la misma edad.
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Esto es lo que se os ha prometido [¡Oh, creyentes!, como recompensa] para el Día del Juicio.
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Ese es Mi sustento, que jamás se agotará.
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¡Así será! En cambio, para los que cometan injusticias habrá una horrible morada.
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Este es el Infierno donde sufrirán. ¡Qué pésima morada!
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¡Esto será así! Sufrirán, y allí solo beberán agua hirviendo y las secreciones de las heridas [de quienes son atormentados en el Infierno].
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También recibirán otros castigos similares.
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[Dirán los ángeles guardianes del Infierno a los líderes de la incredulidad:] "Este es otro grupo [de sus seguidores] que se precipitará con ustedes [al Infierno]". [Dirán los líderes:] "Hoy no hay bienvenida para ellos porque arderán en el fuego del Infierno".
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Dirán [los seguidores]: "Tampoco hay bienvenida para ustedes, pues fueron quienes nos arrastraron [al Infierno]". ¡Qué pésima morada [para todos ellos]!
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Dirán [los seguidores]: "¡Oh, Señor nuestro! Duplícales el castigo del Fuego a quienes nos arrastraron a esto".
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Dirán [los líderes de la incredulidad]: "¿Qué sucede que no vemos a las personas que considerábamos los malvados?
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¿Acaso nos equivocamos al burlarnos de ellos? ¿O es que están [con nosotros en el Infierno] pero no los vemos?"
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Así será la disputa entre los moradores del Infierno.
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Diles [¡oh, Mujámmad!]: "Solo soy un amonestador. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Dios, el Único, el Victorioso,
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Señor de los cielos, de la Tierra, y de todo cuanto existe entre ellos, el Poderoso, el Remisorio".
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Diles: "Lo que les he transmitido es un Mensaje sublime,
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pero lo rechazan.
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[Antes de la revelación] yo no tenía conocimiento acerca de la corte elevada [de ángeles] cuando discutían [sobre la creación de Adán].
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Me ha sido revelado que soy un amonestador que habla claro."
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Recuerda [¡oh, Mujámmad!] cuando tu Señor dijo a los ángeles: "Voy a crear un hombre de barro.
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Y cuando lo haya plasmado y haya soplado en él su espíritu, hagan una reverencia [en obediencia a Mí] ante él".
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Todos los ángeles hicieron la reverencia.
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Excepto Iblís, quien fue soberbio y se contó entre los incrédulos.
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Dijo Dios: "¡Iblís! ¿Qué te impide hacer una reverencia ante lo que creé con Mis dos manos? ¿Te niegas a hacerlo por soberbia o porque te crees un ser superior?"
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Dijo [Iblís]: "Yo soy superior a él. A mí me creaste de fuego, mientras que a él lo creaste de barro".
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Dijo Dios: "Sal de aquí, pues te maldigo.
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Y esta maldición pesará sobre ti hasta el Día del Juicio".
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Dijo [Iblís]: "¡Oh, Señor mío! Permíteme vivir hasta el Día de la Resurrección".
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Dijo Dios: "Te concedo la prórroga que Me pides,
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hasta el día cuyo término está prefijado".
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Dijo [Iblís]: "¡Juro por Tu poder que los descarriaré a todos,
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excepto a quienes de Tus siervos hayas protegido!"
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Dijo Dios: "La verdad es [lo que he jurado], y la verdad declaro:
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He de llenar el Infierno contigo y todos los que te sigan".
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Diles [¡oh, Mujámmad!]: "Yo no les pido ninguna remuneración a cambio [de transmitirles el Mensaje], ni soy de los que inventan mentiras.
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El Corán es un Mensaje para toda la humanidad.
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Y dentro de poco tiempo verán lo que en él se anuncia".