Ya Sin (يٰس)

Raúl González Bórnez - Raúl González Bórnez

Chapter 36 • 83 verses • Meccan

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36:1 Ya, Sin.
36:2 Juro por el sabio Corán
36:3 que tú eres uno de los Mensajeros
36:4 sobre un camino recto.
36:5 Hecho descender gradualmente por el Todopoderoso, el Misericordiosísimo,
36:6 para que amonestes con él a un pueblo cuyos padres no fueron amonestados, por lo cual ellos están distraídos.
36:7 Juro que se ha confirmado lo dicho para la mayoría de ellos, pero ellos no creen.
36:8 Hemos puesto en sus cuellos argollas hasta la barbilla que les mantienen la cabeza levantada
36:9 y hemos puesto por delante de ellos una barrera y por detrás de ellos una barrera, de manera que les hemos cubierto totalmente y no pueden ver
36:10 y les da igual que les amonestes o no les amonestes, no creerán.
36:11 En verdad, solo aprovecha tu amonestación quien sigue el Recuerdo y teme al Clementísimo en secreto. Así pues, anúnciale la buena noticia de un perdón y una recompensa generosa
36:12 En verdad, somos Nosotros quienes damos la vida a los muertos y escribimos lo que han enviado por delante de ellos y las obras que dejan atrás y lo tenemos todo consignado en un libro claro.
36:13 Y cítales el ejemplo de los habitantes de la ciudad a la que vinieron los Mensajeros,
36:14 cuando Nosotros enviamos a ellos a dos y los desmintieron, así que les reforzamos con un tercero y dijeron: «En verdad, somos Mensajeros enviados a vosotros.»
36:15 Ellos dijeron: «Vosotros no sois más que seres humanos como nosotros y el Clementísimo no ha enviado nada. Sois unos mentirosos.»
36:16 Ellos dijeron: «Nuestro Señor sabe que somos Mensajeros enviados a vosotros
36:17 y nuestra responsabilidad no es más que comunicar el mensaje claro.»
36:18 Dijeron: «Sois un mal presagio. Si no cesáis os apedrearemos y os haremos sufrir un castigo doloroso.»
36:19 Ellos dijeron: «¡Vuestro presagio proviene de vuestra actitud! ¿Es que no reflexionaréis? ¡Sois gente transgresora!»
36:20 Y de lo más lejano de la ciudad vino un hombre corriendo. Dijo: «¡Oh, pueblo mío! ¡Seguid a los Mensajeros!
36:21 Seguid a quienes no os piden recompensa y están bien guiados.
36:22 Y ¿Por qué no voy yo a adorar a Quien me ha creado y a Quien habréis de regresar?
36:23 ¿Voy a tomar otros dioses en lugar de Él? Si el Clementísimo quisiera causarme un mal, la intercesión de ellos no podría beneficiarme en absoluto ni podrían rescatarme.
36:24 Estaría entonces en un extravío evidente.»
36:25 «Ciertamente, he creído en vuestro Señor, escuchadme pues.»
36:26 Le fue dicho: «¡Entra en el Jardín!» Él dijo: «¡Ojalá mi pueblo supiese
36:27 que mi Señor me ha perdonado y me ha puesto entre los ennoblecidos y honrados!»
36:28 Y, tras él, no hicimos descender sobre su pueblo un ejército desde el cielo ni nunca lo hemos hecho descender.
36:29 No hubo más que un grito y repentinamente todos murieron.
36:30 ¡Qué pena de siervos! No vino a ellos Mensajero alguno del que no se burlaran.
36:31 ¿Acaso no ven cuántas generaciones antes de ellos hemos destruido que ya no volverán a ellos?
36:32 Todos ellos serán reunidos sin excepción ante Nosotros.
36:33 La tierra muerta es una señal para ellos. Nosotros la hacemos vivir y sacamos de ella grano del que comen.
36:34 Y ponemos en ella jardines de palmeras y viñedos y hacemos que broten en ella fuentes
36:35 para que coman de sus frutos, que no hacen con sus manos. ¿Es que no agradecerán?
36:36 Glorificado sea Quien ha creado parejas de todo, de las plantas que surgen de la tierra, de ellos mismos y de lo que ellos no conocen.
36:37 Y una señal para ellos es la noche, de la que extraemos el día y quedan en tinieblas.
36:38 Y el Sol, que se mueve hacia su lugar de descanso por decreto del Todopoderoso, el Sabio.
36:39 Y la Luna. Nosotros hemos decretado casas para ella, hasta que se vuelve como una rama vieja de palmera.
36:40 Ni el Sol puede alcanzar a la Luna, ni la noche adelantar al día y cada uno navega en su órbita.
36:41 Y una señal para ellos es que Nosotros subiéramos a sus descendientes en la nave abarrotada
36:42 y creásemos para ellos otros semejantes en los que cabalgar.
36:43 Y, si Nosotros hubiésemos querido, les habríamos ahogado. Nadie habría escuchado sus gritos y no se habrían salvado,
36:44 si no fuera por una misericordia de Nuestra parte para que disfrutasen por algún tiempo.
36:45 Y cuando se les dice: «Sed temerosos de lo que tenéis ante vosotros y de lo que está a vuestras espaldas, para que así se tenga misericordia de vosotros»,
36:46 no viene a ellos una sola de las señales de su Señor sin que se aparten de ella.
36:47 Y cuando se les dice: «¡Repartid de lo que Dios os ha proveído!» quienes niegan la realidad dicen a quienes son creyentes: «¿Vamos nosotros a alimentar a quienes, si Dios hubiera querido, Él mismo habría alimentado? En verdad, vosotros estáis en un extravío evidente.»
36:48 Y dicen: «¿Cuándo será eso que nos prometéis, si es que decís la verdad?»
36:49 No tendrán que esperar más que un solo grito que les alcanzará mientras discuten
36:50 y no podrán hacer testamento ni regresar a sus familiares.
36:51 Será tocada la trompeta y se apresurarán a salir de sus tumbas para ir hacia su Señor.
36:52 Dirán: «¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ha levantado del lugar en el que dormíamos? Esto es lo que nos había prometido el Clementísimo. Los Mensajeros decían la verdad.»
36:53 No habrá más que un solo grito y todos estarán presentes ante Nosotros.
36:54 «¡Hoy nadie será oprimido en absoluto y sólo serán recompensados por lo que hacían!»
36:55 En verdad, las gentes del Jardín tendrán hoy una ocupación que les hará sentirse felices.
36:56 Ellos y sus parejas estarán a la sombra, reclinados en cojines.
36:57 Allí habrá para ellos frutas y todo lo que pidan.
36:58 Y se les dirá: «¡Paz, de parte de un Señor misericordioso!»
36:59 «Y vosotros, pecadores ¡Apartaos hoy!
36:60 ¿Acaso no se os aconsejo: ¡Oh, hijos de Adán! que no adoraseis a Satanás? En verdad, él es para vosotros un enemigo claro.
36:61 ¿Y que Me adoraseis a Mí? Ese es un camino recto.»
36:62 «Ciertamente, él ha extraviado a muchos grupos de vosotros. ¿Es que no razonáis?»
36:63 «¡Éste es el Infierno que se os prometía!
36:64 ¡Entrad hoy en él por no haber creído!»
36:65 Hoy sellaremos sus bocas y sus manos Nos hablarán y sus pies darán testimonio de lo que ellos hacían.
36:66 Si Nosotros quisiéramos eliminaríamos sus ojos. Entonces, cuando quisiesen competir para alcanzar el camino recto ¿Cómo verían?
36:67 Y si nosotros quisiéramos les trasformaríamos en estatuas en el mismo sitio en el que se encuentran y no podrían avanzar ni retroceder.
36:68 Y a quien alargamos la vida le hacemos perder sus facultades ¿Es que no razonan?
36:69 Y no le hemos enseñado poesía, ni eso es adecuado para él. Esto no es más que un recordatorio y una recitación clara
36:70 para amonestar a quien esté vivo y para que se cumpla lo dicho sobre los que niegan la Verdad.
36:71 ¿Acaso no han visto que, de entre las cosas que hemos hecho, hemos creado para ellos ganados de los que ellos son dueños
36:72 y que hemos sometido a ellos y en algunos de los cuales ellos cabalgan y de otros comen?
36:73 De ellos obtienen beneficios y de ellos beben. ¿No serán, pues, agradecidos?
36:74 Pero toman otros dioses aparte de Dios con la esperanza de que les auxilien.
36:75 Ellos no pueden auxiliarles y, en cambio, ellos se convierten en un ejército presente para ellos.
36:76 Así pues, que no te entristezca lo que dicen. En verdad, Nosotros sabemos lo que ocultan en secreto y lo que manifiestan.
36:77 ¿Acaso no ve el ser humano que le hemos creado de una gota y en cambio él es un discutidor permanente, siempre en abierta oposición?
36:78 Y, olvidando su creación, Nos pone ejemplos diciendo: «¿Quién dará vida a los huesos revistiéndolos de carne?»
36:79 Di: «Los dará vida el mismo que los creó por primera vez y que conoce a toda la creación.
36:80 El que ha hecho para vosotros fuego del árbol verde con el que os alumbráis.»
36:81 ¿Acaso Quien creó los cielos y la Tierra no tiene poder para crear algo semejante a ellos? Sí, pues Él es el Creador de todo, el Sabio.
36:82 En verdad, Su orden cuando desea algo es decirle: «¡Sé!» y ello es.
36:83 Así pues, glorificado sea Quien tiene en su mano el poder sobre todas las cosas y hacia Quien se os hará regresar.